Aplastaron un centenar de caños de escapes de motocicletas

Habían sido secuestrados durante los 30 allanamientos realizados la semana pasada en Villa Gesell, Madariaga y Pinamar. Los trabajos fueron supervisados hoy por el intendente Gustavo Barrera y el secretario de Seguridad, Mauricio Andersen
En la mañana de este martes 13 de mayo, y con el aporte de maquinaria pesada del Corralón Municipal, se procedió a la destrucción de más de 100 caños de escape, pertenecientes a las motocicletas incautadas por generar ruidos molestos y participar en picadas clandestinas.
El secretario de Seguridad, Andersen explicó: “Este trabajo es posible gracias a la articulación entre nuestro Municipio y los de Pinamar y Madariaga. El personal policial inició la investigación y nosotros realizamos un valioso aporte a través de nuestras cámaras de seguridad”.
Asimismo, destacó la importancia de desarticular estos encuentros ilegales: “Generan malestar en la comunidad, en los vecinos, y en personas con autismo que tienen hipersensibilidad sensorial”.
Además, adelantó que la iniciativa continuará: “Se inició una nueva investigación, estamos trabajando en esa causa y esperamos que próximamente haya nuevos allanamientos”, explicó Andersen.
También se informó que se elevará un reporte en las causas penales, en el marco del artículo 193 bis del Código Penal, para solicitar que a todas las personas imputadas por estos delitos no se les renueve el carnet de conducir.
Cabe recordar que la Ordenanza 2872/18 prohíbe la habilitación o circulación de vehículos automotores y demás vehículos de tracción mecánica que no cuenten con silenciadores de escape, o que utilicen silenciadores ineficaces, incompletos, inadecuados, deteriorados, o con tubos o elementos resonantes. Esto avala tanto el secuestro del vehículo como la destrucción de los caños de escape.
No obstante, a esto, que es absolutamente real y concreto, el problema está instalado en la comunidad, la imagen de la máquina que aplastaba los caños alineados causó desagrado.
Los caños estaban acostados en hilera en dos filas, una para cada oruga, con si fueran cuerpos humanos. Es la imagen que transmitió la destrucción de estos artefactos.
Prensa Municipal

