A 20 años del 11S que cambió el mundo
Fue la primera vez que la seguridad aérea de los EEUU se vio vulnerada y tuvo que soportar el más grande y nefasto ataque terrorista que hayan sufrido los norteamericanos. Gobernaba, George Bush h, quien ocupó la presidencia de la principal potencia mundial entre el 20 de enero de 2001 y 20 de enero de 2009, dos mandatos consecutivos. Sus presidencias se recuerdan porque fue el mandatario norteamericano que sufrió un brutal ataque terrorista en el corazón económico mundial, las torres gemelas del World Trade Center (WTC) en Nueva York y por ser el iniciador de una guerra larga, cara, con miles de norteamericanos muertos. Hace dos meses las tropas norteamericanas se retiraron de Afganistán y dejaron un país destruido y quebrado en manos del régimen talibán.
A las 8,46 del martes 11 de septiembre de 2001 un Boing 767 de American Airlines con 92 pasajeros a bordo que debía completar la ruta Boston – Los Ángeles, se estrelló a 790 km x hora contra la torre norte del World Trade Center, la sede de la economía mundial en esos años.
A las 9.03 del mismo día otro Boing de United Airlines, con 65 pasajeros a bordo se estrelló con la torre sur.
A la 9.37 un tercer Boing con 64 pasajeros, también de American Airlines con ruta Whashington – San Francisco se estrelló contra la fachada oeste del Pentágono, la sede del comando de las fuerzas de guerra norteamericanas.
Los ataques fueron tremendos y provocaron un daño en vidas dramático que hoy a 20 años del atentado no se olvidan. El saldo de casi 3.000 víctimas fatales y un cuarto de millón de heridos, aún hoy, 20 años después, sigue fresco en la memoria y en el trauma de los sobrevivientes.
Las imágenes de los ataques se transmitieron al mundo casi en directo, el segundo avión que embistió a la torre sur, se vio en directo por que las cámaras de la televisión norteamericana estaban cubriendo la destrucción de la torre norte, cuando observan al segundo avión que se incrusta en la torre sur y provoca una explosión de fuego y llamaradas. Fue el infierno.
Las imágenes que se vieron después de los ataques fueron dramáticas e imborrables. Hubo una invaluable cantidad de videos tomados por particulares que lograron captar la tragedia desde las ventanas de los edificios o en las calles circundantes a la zona cero del ataque.
El momento de los derrumbes de las torres, primero al norte y 18 minutos después la sur, y la enorme nube blanca de polvo que cubrió todo por semanas, se pudo ver desde el espacio.
Osama Bin Laden
El grupo terrorista estaba integrado por una docena de “guerreros por la libertad”, capaces de inmolarse al mando de un verdadero estratega Osama Bin Laden, quien había nacido el 10 de marzo de 1957 en Riad (Arabia Saudí), Osama fue el decimoséptimo hijo -eran más de cincuenta hermanos- de Mohammed bin Awad Bin Laden, importante magnate saudí de la construcción, y su décima esposa.
Osama fue criado en un palacio en Jeddah, donde recibió una buena educación. Desde una edad muy temprana, destacó por ser un niño cortés, amable, atento, inteligente y compasivo. Sin embargo, no pudo disfrutar mucho de su padre, que murió en un accidente de helicóptero cuando él contaba con once años. Todo su imperio económico se traspasó a sus progenitores, que pasaron a controlar la gran fortuna.
Después de colaborar con los talibanes en su lucha contra la Unión Soviética que invadió Afganistán en 1978 y se retiraron en 1992, en 1988 fundó la organización Al Qaeda junto con Aymán al-Zawahiri y otros catorce socios. Su significado en árabe es “La base”, y pretendía unir a todos los grupos de militantes dispersos en cualquier región para luchar contra los soviéticos (y, posteriormente, contra Estados Unidos). Su política de actuación tenía dos vertientes: una centrada en la guerra de guerrillas, como la de Afganistán; y otra, en acciones violentas destinadas a provocar un levantamiento popular que diera lugar a una nueva era para los musulmanes de todo el mundo.
El 1 de mayo de 2011, el presidente Barack Obama comunicó de forma oficial que el yihadista había sido asesinado durante una operación de las fuerzas especiales, gran parte de la sociedad estadounidense (y mundial) respiró aliviada. “We got him” (lo tenemos), aseguró. Había una recompensa de 50 millones de dólares.
Aquel 11 de septiembre cambio la vida de los habitantes del mundo. Cambiaron las reglas de los aeropuertos el mundo y de los pasajeros. Se ampliaron y sofisticaron tecnológicamente los controles mundiales, los países que son blanco de los yihadistas “guerreros de la libertad”, están en alerta constante. Los Yihadistas llevan adelante una guerra santa en todo el mundo y si bien Al Qaeda se desmembró, sus guerreros ingresaron a otras organizaciones terroristas. Los norteamericanos quedaron traumados por los ataques a las torres, el comercio mundial se mudó a otras ciudades y desconcentraron sus sedes. La guerra continua y no tiene fin. Ya dijeron que el próximo objetivo es Israel.
Foto de portada: foto inédita ruante 20 años. La publicó Infobae