M. Piccinino: “Por más alivio (fiscal) que haya, si no hacen caja, será difícil que lo puedan abonar…”
Muchas veces los concejales, no importa la ideología que representen, piden por las necesidades y penurias de los comerciantes en pandemia, pero sucede que estos logran concertar, directamente, con el departamento ejecutivo para lograr algunos beneficios o prerrogativas. Les conviene mucho más que dirigirse a los concejales de la oposición.
En la última sesión del Concejo Deliberante el debate por el nuevo Plan de Alivio Fiscal exigió un largo debate cargado de ironías, chicanas, y todo ese clima de grieta profunda que se vive en cada sesión ordinaria.
“Nosotros cuando tuvimos la reunión pasada con el ejecutivo, para saber cómo se iba a dar o si podíamos pedir flexibilizar el horario para los gastronómicos, un sector que está muy golpeado, en ese momento no dieron una copia con estas medidas, que se iban tratar en una sesión del Concejo Deliberante. Ahí nos enteramos del Plan de Alivio Fiscal. Con JxC, con Luis Baldo habíamos hablado hace un tiempo por un proyecto que ellos tenían, que nos habían comentado que lo presentarían para debatir. Ayer (por el lunes pasado) con este debate se pusieron de acuerdo con este alivio fiscal. Obviamente, que desde la UCI lo pedimos hace rato, igualmente tengo que decir que si bien, todo es un granito de arena que ayuda, pero no es la solución tampoco. Realmente el que va trabajando, podrá pagar, seguramente que este alivio les sirve para abrir caja, pero al gastronómico no hace caja. Por más alivio que haya, ayuda, pero si no hacen caja, será difícil que lo puedan abonar”, sostuvo Piccinino.
La reflexión del dirigente de los comerciantes, es sensata. La UCI sabe que los bloques opositores están en minoría numérica y que la relación es horrible y que los proyectos que presentan no salen o van al archivo casi sin debate. Si pretende obtener alguna concesión que saltee la pandemia, debe dirigirse al ejecutivo o al bloque mayoritario. Esto no evita que la oposición que conduce Luis Baldo, estimule el reclamo de los comerciantes en el recinto y que efectúe arengas cargadas de dramatismo por la situación del comercio local.
La grieta del cuerpo de concejales es nítida. JxC aboga por la ampliación horaria del comercio para que puedan trabajar, reclama reducciones de intereses de las deudas o directamente la eximición del pago de los tributos por 180 días. Le pide beneficios que el ejecutivo no puede otorgar. Este lunes pasado los dos bloques opositores calificaron de “insuficientes” las medidas del alivio fiscal. Exigieron mucho más, como que el comercio no pague nada por 180 días.
Ante la solicitud, el concejal Villoldo respondió. “el estado está obligado a cobrar porque presta un servicio, esencial, a la comunidad”. Si nadie paga nada, ningún estado se sentiría obligado a devolver a la comunidad los servicios que todos usamos. Sería una anarquía.
A Baldo no hay que explicarle ninguna de estas cosas, porque las sabe cómo ningún otro dirigente. Fue intendente 12 años continuos.
Piccinino ensayó una definición de una situación que ya se conoce, pero que es difícil de aceptar. No hay movimiento de personas que consuman más de lo necesario. El turismo es escaso o nulo y los que se instalaron en la ciudad no actúan como turistas, se instalan y dejan de ser visitantes. Compran sus alimentos en los mercados, almacenes y verdulerías que hay en la ciudad y no suelen ir a un restaurante. Las cafeterías también tienen escaso movimiento y el resto del comercio está a la expectativa, pero a la baja.
“Por más que hagamos lo que hagamos, si sigue todo así, va a ser muy difícil, por más alivio que hagamos y todo lo que podamos hacer va a seguir difícil la situación”, acotó el dirigente y añadió “para el reto del comercio, si sacamos a los gastronómicos, el movimiento es muy poco, los esenciales, que es el comestible, el alimento es lo que anda, hasta ahí nomás. Funcionan porque son lo que necesita la gente para comer, por lo menos es lo que funciona, pero a un 50 %, pero pueden hacer algo de caja y subsisten. Existen también otros rubros que la pelean, lo que pasa es que, si no hay turismo, no hay plata. Y ahora viene el invierno crudo, los meses de julio, agosto y una parte de septiembre, no es fácil y sin circulación de personas se complica más. La gente está muy preocupada por las deudas que contrajeron y como se da todo, pero no hay una solución, no se ve…”
La única solución, dijo Piccinino es vacunar rápidamente a la población para lograr la inmunidad y generar un movimiento interno. Este escenario se va a dar al final del invierno, cuando las temperaturas sean más benevolentes y estemos con una gran cantidad de geselinos vacunados.
En el final de la entrevista Piccinino aceptó que la situación tiene pocas salidas y sabe que este invierno es un desafío para los comerciantes que deberán apuntar a ideas para sobrevivir hasta que la situación mejore y eso será en la primavera. Reconoció que este nuevo plan de alivio fiscal es una ayuda, pero no alcanza. Pero sabe también y lo dijo, que hay que esperar que se vacunen los geselinos y apunta a ser conscientes de las medidas de protección. Es la única salida para pasar este invierno 2021, que será inolvidable.