La Asamblea de Médano Costero inicia una nueva lucha por conservar la playa

El pasado sábado se realizó la Asamblea de Vecinos para debatir las acciones a seguir ante el avance de una mega – obra en pleno centro de Mar Azul.
Los vecinos que integran la Asamblea en Defensa del Médano Costero están acostumbrados a librar estas batallas para proteger este preciado medioambiente de Villa Gesell y las localidades del sur. La empresa Portland, propietaria y constructora del complejo denominado “Solanas Club de Mar”, una mega obra que tiene coincidencias con aquella otra obra que finalmente lograron detenerla que se denominaba “Mandalay”, que se iba a instalar en las playas del Barrio Norte de Villa Gesell.
“Solanas” tiene previsto construir 116 unidades de dos y tres ambientes, con varias piscinas y demás dependencias en la Calle 36 y la playa, un lugar dotado de singular belleza natural. Ahí hay una amplia playa y un bosque de pinos plantados hace unos 40 años, que eran el entorno natural del antiguo camping propiedad de legendario Ricardo Astengo Morando, que dejo de funcionar hace una docena de años.
Este sábado a las 16, un numeroso grupo de vecinos, se calcula poco más de medio centenar, se reunieron en la intersección de la Calle 36 y Avenida Mar del Plata para debatir las medidas a tomar para detener la construcción del complejo que, de acuerdo a los asambleístas, no cumple con la ley vigente. Por otra parte, la empresa comenzó con los primeros movimientos de arena en la playa misma.
Durante la asamblea se debatió, precisamente, sobre los alcances de las normas vigentes que establecen los límites de la propiedad privada y el sector público, cuando están sobre la misma playa.
“Mandalay tenia un frente de 400 metros, Solanas plantea un frente de 90 metros sobre “Frente Costero” y tiene mayor profundidad hasta la primera calle paralela al mar, que se llama Mar Azul. Ese terreno es muy grande, tiene casi una hectárea. La Línea de Ribera que la empresa pidió está marcada, la hizo un agrimensor de apellido D’eramo que reside en Mar Azul. La marcó y nosotros sabemos por dónde pasa. El otro día fuimos a verla contamos los metros desde dónde está esta línea y llegamos a los sesenta metros y nos encontramos con el alambrado que coloco la empresa para delimitar su límite. Así le faltan dejar libre 90 metros. Estos emprendimientos en zonas urbanizadas, como es Mar Azul, deben respetar desde la línea de Ribera 150 metros de retiro, eso es jurisdicción provincial. A partir de ahí el proyecto inmobiliario se podría construir. ¿Pero que le pasa a Solanas? Bueno, si respeta la ley no entra el proyecto que pretende construir. Entonces le quedan dos opciones: hace algo que repete la ley o se va…”, explicó Pablo Domínguez la semana pasada en la “Sexta Edición”, que se emite por Radio Impacto (95.5mhz).
De acuerdo a lo que dice Domínguez es el mismo caso de Mandalay, que, si se retiraba y cumplía la ley, no entraba su proyecto en ese terreno y por eso, finalmente se retiró.
La Línea de Ribera
El pasado sábado los integrantes de la Asamblea en defensa de Médano Costero marcaron la Línea de Ribera que conocen. Con este dato, los presentes participaron de la medición de la zona protegida con una cinta métrica de agrimensura y midieron los 150 metros que marca el artículo 142° de las Ley provincial 12.257, Código de Agua, y a los sesenta metros se encontraron con el alambrado que delimita la zona privada. Vale decir que hay 90 metros de playa publica que quedó detrás del alambrado.
La zona, que es la playa misma, sufre una intervención de maquinaria pesada que demolió una añosa construcción y dejo una cava enorme que produce espanto al pensar que allí se van a construir tres pisos, 116 departamentos y varias piscinas. Es demasiada construcción para un lugar que se valora por la belleza natural y el espacio libre. Allí hay una playa enorme, con mucha y amplia que se mantiene, a pesar de los agravios inmobiliarios que hay en la zona.
No tiene explicación que los vecinos de la zona desconozcan la Línea de Ribera de la playa, porque las tres localidades están jaqueadas por los emprendimientos inmobiliarios en una urbanización que no posee servicios esenciales como agua potable y cloacas. La Ley provincial 12.257 es el Código de Agua y establece en su artículo 142 textualmente: “Prohibese el loteo y la edificación en una franja de ciento cincuenta (150) metros aledaña al Océano Atlántico y la edificación sobre los médanos y cadenas de médanos que lleguen hasta el mar aún a mayor distancia”.
Si la Línea de Ribera es la que hallaron los asambleístas, la empresa está violando la ley. Si por el contrario esta línea está en otro lugar, la empresa puede favorecerse. Es tan fácil y tan dramático como se lo ve.
Hay escasa información oficial
El sábado los presentes en la asamblea realizaron una colecta para juntar fondos para la logística de la lucha que se viene, lograron recaudar $27.000 en solo media hora, lo que indica el compromiso que domina a estas almas. En el mismo sentido votaron a mano alzada continuar la lucha y no violar el alambrado que instaló la empresa ni agredir a los trabajadores que ya están en la obra.
En la sesión ordinaria de este lunes el tema se debatió propuesto por la oposición en el Expediente 14.366 que solicita informe al ejecutivo sobre le desarrollo inmobiliario en Mar Azul. El tema fue enviado a la comisión de Obras para su análisis.
Cabe mencionar que el proyecto “Solanas, Club de Playa” fue presentado en el 2016 en la municipalidad y ya fue analizado por la secretaria de Planeamiento del municipio e incluso por la Autoridad del Agua en la provincia de Buenos Aires.
La información oficial es escasa y se percibe cierto hermetismo. Es por eso que los asambleístas no posen información oficial. Sin embargo, después de cinco años se registró un movimiento de arena fabuloso para derribar una construcción del antiguo camping, sobre la playa. El resultado fue una enorme cava que desprecia el cuidado por el medioambiente local.
Cabe mencionar que la zona, desde Colonia Marina hasta el sur de Mar Azul está a la venta y hay urgencia para construir y cuando de inversiones se trata los controles resultan laxos porque el municipio no se puede negar y porque adoptó el criterio de recibir esas inversiones, casi todas inmobiliarias, para generar puestos de trabajo efímeros que dejan resultados perdurables y estéticamente cuestionables.







