“Animales sueltos” en Villa Gesell
La presencia de una indeterminada cantidad de pumas en las calles de la ciudad convulsionó a la sociedad geselina. Se suspendieron las clases del turno tarde
El “primer” ejemplar fue detectado por las cámaras de monitoreo de la secretaría de Seguridad, este miércoles a las 23 aproximadamente, en el techo de un restaurante ubicado en Paseo 105 a metros de la avenida 2. De inmediato se presentaron dos patrulleros que no atinaron a atraparlo, sino que acompañaron su huida por el Paseo 104. Mas tarde el felino se refugió en una casa, inhabitada ubicada por las cercanías de la avenida 7. Con las primeras horas de la mañana del jueves el animal desapreció de ese lugar. Horas después comenzaron a llegar avistamientos de otros animales en distintos sectores de la comunidad, todos ellos muy parecidos lo que generó una suerte de psicosis de una realidad no comprobada de que eran más de uno los pumas sueltos en la ciudad. Pasado el mediodía se hablaba de tres pumas. En este marco una noticia tan particular fue tomada por medios nacionales que comenzaron a tejer fabulas, que aquí en el lugar de los hechos, eran erróneas. La población nunca estuvo aterrorizada y se mantuvo alerta frente a la amenaza de los animales sueltos.
Otro dato interesante fue que la Jefatura Distrital de Educación emitió una gacetilla en la que comunicó la suspensión de las clases del turno de la tarde por recomendación de la secretaria de Seguridad por “circulación de animales en el distrito”. La decisión lleva la firma de la Inspectora Jefe Distrital de Educación, Lic. Carla Bevacqua.
A medida que circulaba la noticia alentada por los grandes medios capitalinos la situación se tornó paranoica y comenzaron a correr versiones junto a recomendaciones, dentro de todo sensatas, como la de proteger a las mascotas. Un detalle singular fue la imagen del bosque fundacional que quedó desierto de personas cuando es natural encontrarse con turistas y residentes que pasean por el lugar.
En el grupo de WhatsApp de seguridad del barrio norte quedó registrada una foto de un puma que atacaba a una mascota (perro). La noticia era de Rusia y más tarde llegó la disculpa del bromista que había provocado preocupación entre los vecinos del grupo.
Pasado el mediodía llegó a la ciudad un equipo de la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, quienes junto Guardaparques y la titular de la dirección de Zoonosis de la municipalidad iniciaron la búsqueda del ejemplar o los ejemplares.
En realidad, y para ser lógico, el o los pumas buscaban una salida de la ciudad. Estaba/n aterrorizados y sin hogar. La destrucción de su hábitat se acrecienta diariamente por el avance de la frontera agrícola o por los incendios que se registraron en la zona en los últimos días.
Por otro lado, el fenómeno de la información dejó tela para cortar ya que una sociedad pueblerina se convulsionó y se encerró ante el peligro y tejió sus propias fabulas ante la incertidumbre. El miedo alimenta las suspicacias de un colectivo que no sabe cómo proceder ante situaciones especiales, esas que nunca se presentan. La jornada tuvo un halo de realismo mágico que acrecentó la fantasía ante lo desconocido. Villa Gesell no es Macondo y no tenemos a Gabriel García Márquez para que ilumine en la noche de los pumas. Al cierre de esta crónica continua la búsqueda del o los bellos felinos sueltos.