Condenaron a los ocho rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa
La sentencia del tribunal se leyó a partir de las 13 horas. Cinco cadenas perpetuas y tres a 15 años de cárcel
Fue un momento de máxima tensión para los padres de Fernando Báez Sosa, Graciela y Silvino, también para los ahora condenados y sus familiares. Todos estuvieron presentes en ese reducido salón que alberga al Tribunal Oral N° 1 del Departamento Judicial Dolores.
En efecto, la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, el vice – presidente, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari condenaron, de forma unánime, a Máximo Thomsen, Ciro y Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli a la pena de prisión perpetua por encontrarlos culpables del homicidio doblemente agravado por premeditación y alevosía de Fernando Báez Sosa.
De la misma forma condenaron a 15 años a Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi con la misma caratula de la condena, pero considero que su participación fue secundaria en el hecho.
Los condenados escucharon la lectura de la sentencia de pie, por un pedido que hizo el abogado defensor, Dr. Hugo Tomei. La situación fue peor porque estos pibes, que tienen una edad promedio de 23 años saben que van a pasar la mitad de su vida joven en la cárcel. Rostros apesadumbrados, lagrimas, moralmente quebrados soportaron como pudieron la lectura del veredicto. Máximo Thomsen no resistió y se desmayó y estuvo un buen rato dormido mientras era atendido por un médico del tribunal. Mientras tanto su madre, Rosalía Zarate pedía a gritos que la dejen acercar a su hijo.
A su vez, se solicitó que se investigue por el delito de falso testimonio a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo, quienes oficiaron de testigos.
En Villa Gesell a la misma hora en que se leyó la sentencia un grupo de personas se acercó al cantero donde se encuentra el árbol, donde cayó Fernando aquella madrugada del 18 de enero del 2020. Cuando escucharon las condenas los presentes aplaudieron cerradamente.
Falta determinar dónde van a cumplir la condena los ocho jóvenes, si seguirán juntos o estarán en un penal cercano a Zarate, donde residen sus familiares. Ambas partes, tanto al parte acusadora como la defensa adelantaron que van a apelar con criterio absolutamente contrarios. La acusación sentará su reclamo en la participación secundaria de Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi cuando se trata de una caratula gravísima como homicidio doblemente agravado por premeditación y alevosía. La defensa probablemente se basará en el mismo concepto, pero al revés, cuestionará las cinco perpetuas para la misma caratula que condenó tres participaciones secundarias.
Los roles que considero el tribunal
La determinación del tribunal fue subida al sitio de la Corte Suprema minuto después de la sesión del Tribunal. Estas son las partes más interesantes de la opinión de su presidenta.
«Máximo Pablo Thomsen y Ciro Pertossi estuvieron en todo momento atacando a la víctima», sostuvo la jueza María Claudia Castro en su voto, al que adhirieron los otros magistrados Christian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lázzari.
Sobre estos dos condenados, la jueza resaltó «las pericias de ADN como así también el resultado de la escopométrica en relación al calzado marca Cyclone perteneciente a Thomsen», y que en las «botamangas» del pantalón de Ciro Pertossi «se detectó sangre humana con el patrón genético de Fernando Báez Sosa», lo que los vincula con el hecho, en el que «la mayoría de los golpes que ocasionaron la muerte fueron patadas dirigidas a la cabeza del fallecido».
Para la presidenta del tribunal, «Luciano Pertossi y Enzo Tomás Comelli, inmediatamente del comienzo del ataque, se movilizan desde la parte trasera del auto hacia donde yacía Fernando Báez Sosa, efectuando movimientos de ataque».
Según Castro, «la actividad desplegada por Matías Franco Benicelli en su rol de coautor, se extrae sin esfuerzo (…) habiendo resultado elocuente el hallazgo de sangre en la que se detectó el perfil genético de la víctima en todas las prendas que vestía aquella noche».
La jueza consideró que esta situación «demuestra inequívocamente el contacto directo (de Benicelli) con el cuerpo de Fernando Báez Sosa y que fue uno de los cinco que formó parte de los actos del ataque mortal».
«(…) ha quedado claro mediante pruebas directas y contundentes -testimonios, videos y hallazgos periciales- que cinco de los ocho acusados pusieron mano sobre Fernando Báez Sosa, o bien realizaron una conducta indispensable, una vez que la víctima se encontró rendido y en estado de absoluta indefensión», sostuvo Castro.
Mientras tanto, «los tres restantes tomaron parte en el hecho, pero sus aportes no resultaron esenciales para que la conducta de los coautores pudiera consumarse».
«El imputado Ayrton Michael Viollaz realizó un aporte no esencial en el hecho (dado que) no se corroboró con el grado de certeza que requiere esta etapa, que haya ejercido acciones directas contra Fernando Báez Sosa, o algún aporte de imprescindible relevancia, para posibilitar a los autores concretar su acción criminal», indicó la magistrada en el fallo.
Respecto de Lucas Pertossi, Castro entendió que «su aporte resultó secundario» desde que «no revisitó las características de necesario o imprescindible para la concreción del resultado» y advirtió que «fue quien filmó el inicio del ataque, grabación que dura siete segundos».
«A Blas Cinalli su situación no difiere en lo sustancial, respecto de los otros dos partícipes secundarios», añadió.
Fuente de «Roles» agencia Telam.