El día que en todos fuimos muy felices
Fue hace un año exacto, domingo 18 de diciembre de 2022, el país se unió en un grito ensordecedor y eterno, Gol. Gonzalo Montiel, nacido en Gonzalo Catan, metió el penal que consagró a la selección argentina campeona del Mundo que Qatar/22.
Fue el Mundial distinto porque se jugó en Qatar, un pequeño estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia y que ocupa la pequeña parte en el este de la península arábiga. Es un país riquísimo por el petróleo que subyace en el subsuelo de todo su territorio.
Las imágenes que nos llegan desde aquel lejano país siempre nos sorprenden porque están relacionadas con la opulencia infinita de sus lujosos automóviles, hoteles, los más altos rascacielos del planeta, joyas, mujeres con rostros cubiertos y sojuzgadas por el machismo de los jeques árabes. Todo brilla y reluce color oro.
La Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 fue la vigésima segunda edición de la Copa Mundial de Fútbol masculino organizada por la FIFA. Comenzó el 20 de noviembre, finalizó el 18 de diciembre en el otoño de Catar, que obtuvo los derechos de organización el 2 de diciembre de 2010, después del escándalo mundial por el pago de coimas a dirigentes de la FIFA para organizar la copa. No obstante, hizo un Mundial fabuloso y lo ganó Argentina.
La selección con un Lionel Messi en plenitud, iluminado e imparable en el juego, acompañado por un grupo de pibes que jugaron maravillosamente bien y fueron los socios perfectos del mejor del mundo, conformaron la “Scaloneta”, un equipazo. Messi necesitaba ganar este mundial para llegar a la cima del futbol mundial y quedarse en la historia como el mejor de todos los tiempos.
Derrota en el debut y luego incontenible
Como le pasó con la selección de Camerún en Italia/90, la selección debutó con una derrota ante Arabia Saudita por 1- 2 el 22 de noviembre. Desde allí la selección fue imparable y contundente, con juegos maravillosos que llegaron a la perfección en algunos partidos.
El 26/11 2-0 a México, el 30/11 2-0 a Polonia, 3/12 2-1 Australia, el 9/12 4 (2) -3(2) a Países Bajos, el 13/12 3-0 a Croacia y en la final a la poderosa selección de Francia a la que bailó en el primer tiempo y como no lo remato, los galos lograron empatar y si no fuera por una atajada milagrosa del “Dibu” Martínez la historia seria otra. El resultado fue 3-3 y en los penales Francia convirtió 2 y Argentina hizo 4 y se consagró Campeona del Mundo.
Aquí sufrimos y acompañamos
Mientras los “Muchachos” se divertían al otro lado del mundo, en la Argentina sufríamos con la inflación y el desgobierno de Alberto Fernández. Pero a medida que se producían triunfos, los argentinos nos olvidamos de esas penurias inflacionarias de todos los días y comenzamos a disfrutar de este maravilloso juego y alegrarnos. Nos olvidamos de los aumentos de precios, nos pusimos la camiseta de la selección y el pueblo acompañó cada partido.
El gobierno instaló pantallas gigantes en las plazas públicas de los pueblos y barrios para que la gente observara los partidos, una vez que la selección pasó la primera rueda. Cada encuentro era multitudinario y alegre, sufríamos mucho, también, pero la selección dejaba alegrías y esperanzas.
El futbol se vive intensamente en este país, la selección llega a lo más profundo del sentimiento popular. Los ídolos se aman y se cuidan, no queremos que los toquen y confiamos en que con alguna jugada genial nos regale un triunfo inolvidable. Así lo hicieron Kempes, Housemann, Passarella, Bochini, Alonso, el máximo de todos los tiempos y al que le perdonamos todas sus caídas que hizo en su corta vida: Diego Maradona. Hoy es el tiempo de los dos Lioneles: Messi y Scaloni. La “Scaloneta” es un sello inalterable en el tiempo.
El día de la final con Francia, domingo 18 de diciembre, sufrimos un partido maravilloso, intenso, bien jugado. Un rival digno al que en el primer tiempo lo “bailamos” y es literal, pero no pudimos meter la pelota en el arco.
A diez minutos del final, un doblete de Kylian Mbappé (uno de penal) llevó el partido al alargue. Allí, un nuevo gol de Messi puso a la Selección a tiro del título, pero otro tanto del crack francés a los 118 minutos la condujo a la definición por penales. A sufrir más, pero confiados.
Quedó en el recuerdo la enorme atajada del “Dibu” Martínez el final del partido a Kolo Muani que nos salvó de la derrota. Fue un segundo, una buena elección del arquero para elegir donde tirarse, abrir los brazos y las piernas al mismo tiempo y la equivocada elección del francés que no eligió. Solo pateó.
Los penales
Kylian Mbappé abrió la tanda convirtiendo su tercer penal en el encuentro para poner a los galos en ventaja. Lionel Messi se hizo cargo del primer de la Albiceleste y también fue gol. Dejando la serie igualada en 1-1.
Apareció el gran héroe argentino si de definiciones desde los doce pasos se trata: Emiliano Martínez se estiró a su palo derecho y logró despejar el disparo de Kingsley Coman. Paulo Dybala, que había ingresado pocos minutos atrás, remato fuerte al medio para que la “Scaloneta” tenga la ventaja por primera vez en la tanda.
Aurelien Tchouameni quiso esquivar su remate, pero el mismo salió ancho por el palo derecho. Leandro Paredes disparó al mismo palo, pero su suerte fue mejor, gol argentino y la serie 3-1 con doble chance de gritar campeón. Kolo Muani remató al medio y mantuvo a Francia con vida.
Con la responsabilidad sobre sus hombros, Gonzalo Montiel jamás dudó y con disparo consagró campeón del mundo a la Selección Argentina por tercera vez en su historia y la primera desde el Mundial de México 1986.
Y la Argentina toda lloró, estalló y un año después se emociona hasta las lágrimas. Fueron siete días de alegría y emoción, nos olvidamos de la inflación, no reparamos en Milei que se preparaba para ser candidato, lloramos cientos de veces y no tomamos otros cientos de cervezas para festejar. Un “océano” de personas se congregó en el Obelisco, nunca se vio algo igual. En definitiva, seguimos con las mismas penurias, hoy Milei es presidente, soportamos un ajuste brutal, pero somos campeones del Mundo y sólo eso importa. Por ahora.