El sistema de salud Público falló y el secretario Muñoz, lo resolvió con decisión
El secretario de Salud, Dr. Miguel Muñoz, fue protagonista de un hecho disciplinario que alecciona y al mismo tiempo refleja las fallas del sistema de salud y una forma de resolver con el compromiso profesional como médico
El hecho llamó la atención de algunos funcionarios que conocen el funcionamiento del sistema de salud público de salud de nuestra ciudad y al mismo tiempo, el compromiso de un profesional médico que ocupa un cargo de responsabilidad institucional en la estructura de la secretaría.
Era el martes 20 de junio por la tarde, corría el último día del feriado extralargo con cierto movimiento turístico invernal en la ciudad alentado por el feriado mismo y la fiesta comunitaria denominada “La Criolla”. En esa tarde, la guardia del hospital municipal “Arturo Illia” estaba abarrotada. Los pacientes se impacientaban porque la espera se hacía larga y tediosa y como suele suceder, nadie salía a dar explicaciones a los pacientes.
Hubo llamadas a funcionarios, cruces de opiniones, y el malestar que comenzó a manifestarse entre los que esperaban.
Se desconoce, hasta ahora la forma en que esta situación llegó a oídos del secretario de Salud, Dr. Miguel Muñoz, quien no dejó que el conflicto se incrementara y se presentó en la guardia de inmediato.
El recorrido por el interior de la guardia causó sorpresa entre el personal, ellos saben lo que tienen que hacer sin necesidad de que los controlen, dicen. Pero la realidad demostró que Muñoz se encontró con una situación que, si bien muchos conocen, todos ocultan.
El médico de guardia que debía atender esos pacientes que lo esperaban, se encontraba plácidamente dormido en la sala de descanso de médicos. El profesional dormía mientras la gente lo esperaba con alguna dolencia que debía atender.
Muñoz no esperó, despertó al profesional, era un médico contratado para cubrir guardias, es decir que su tarea era esa, cubrir la guardia de emergencias. Muñoz no titubeó, le dijo que se retire. Su contrato de trabajo con la municipalidad caducó en el instante en que abrió sus ojos.
El secretario de Salud lejos de creer que su tarea había terminado, se calzó su guardapolvo blanco y comenzó a recibir los pacientes que esperaban desde hace mucho.
El episodio sale a la luz porque hubo personal que lo presenció y lo relató e hizo muy bien. Muñoz demostró que el sistema de salud público de Villa Gesell se parece a cualquier otro del país y tiene reintertadas fallas de funcionamiento. Y una de ellas, quizás la menos debatida, es la ausencia de compromiso profesional de algunos médicos con su juramento hipocrático y con sus pacientes. Las «siestas» prolongadas de los médicos de guardia son habituales y generan esperas indolentes de los vecinos. Es un problema que se resuelve con los controles, que se sabe son absurdos y molestos, pero deben ser necesarios
Por otro lado, el secretario de Salud, justificó su adicional por Dedicación Funcional, tan cuestionado por los bloques de la oposición, al presentarse en la guardia del hospital en un feriado porque ese adicional cubre horarios fuera de los habituales, y lo hizo para resolver una necesidad social.
Por último, el accionar de Muñoz abrió un método de control saludable que debería aplicarse para beneficiar a los que esperan en la guardia del hospital público de Villa Gesell. Debería aplicarlo, ojalá que así sea.