Este jueves la Reserva Faro Querandí cumplió 25 años

Fue creada el 18 de noviembre de 1996 por Ordenanza No 1487
Está ubicada a 5 km al sur de Mar Azul y fue creada para preservar la biodiversidad y el ecosistema de dunas costeras en su estado natural, cubriendo ambientes de dunas, bañados, pastizales y playas.
Por sus 5757 hectáreas naturales es un bastión donde se conservan médanos vivos naturales, sujetos a cambios constantes por efecto de los vientos de la zona marítima y de tierra. Es también, la reserva de arena de las diezmadas playas geselinas por acción del viento sur que recargan las playas ubicadas en la zona centro de la ciudad.
En 1916 la Armada Argentina instaló la «Baliza Querandí», que el 22 de octubre de 1922 fue reemplazada por el Faro y forestó unas 40 hectáreas alrededor de la maravillosa construcción de 65 metros de altura y 276 escalones.
La zona cuenta una extensión de playa de 21 km. y un ancho variable de 3 km., donde la amplitud de las playas es uno de sus rasgos característicos. Además sin contar la fauna marítima, se cuentan (censo del año 2016) 150 especies de aves entre las que se incluye la bajo riesgo de extinción monjita dominicana (Xolmis dominicanus), entre los mamíferos endémicos el roedor cavícola llamado popularmente tucotuco de las dunas (Ctenomys talarum), entre los reptiles la endémica lagartija de las dunas (Liolaemus multimaculatus), tales singularidades atraen al ecoturismo. Entre los mamíferos autóctonos se destacan el roedor más grande del mundo llamado carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), el zorro gris o pampeano (Lycalopex gymnocercus), el gato montés (Leopardus geoffroyi), el zorrino (Conepatus chinga), la pseudonutria llamada coipo o quiyá (Myocastor coypus), el pequeño cuis (Cavia aperea pamparum), el tuco-tuco pampeano (Ctenomys talarum), la vizcacha (Lagostomus maximus), el hurón menor (Galictis cuja), el peludo (Chaetophractus villosus), la mulita pampeana (Dasypus hybridus), la comadreja overa (Didelphis albiventris); desde mediados de s XX están extinguidos aunque pudieran ser reintroducidos el venado de las pampas y el ñandú, se encuentra muy bien «aclimatada» desde hace más de un siglo la liebre (Lepus europaeus).
El desarrollo urbanístico de las localidades en el litoral bonaerense, significó un cambio en dichos ecosistemas; en varios casos, la topografía fue cambiada para dar origen a urbanizaciones y forestaciones.
El ecosistema prístino a proteger es extraordinariamente vivaz, con una importante reserva natural de agua dulce, pero susceptible a degradarse.
El límite sur de la reserva lo constituye el Faro Querandí, el cual está a 2 km del límite norte de la Reserva Municipal Dunas del Atlántico en el partido de Mar Chiquita.
En el 2016 desde la administración municipal de Gustavo Barrera se propuso que sea declarada y administrada por Parques Nacionales. La idea fue rechazada por la oposición de Cambiemos Villa Gesell. También se opusieron varios dirigentes políticos locales con el absurdo argumento de que “Nos roban la reserva” o “Villa Gesell pierde el territorio”. Desde aquel debate el proyecto descansa en el Concejo Deliberante a pesar de que el sector iniciador de la propuesta domina el departamento legislativo. Hoy no existe impedimento político para lograr esa categoría para la Reserva que se uniría a la albufera de la laguna de Mar Chiquita, otra mara villa de la naturaleza amenazada por la urbanización de un barrio privado.
No obstante, saludamos al equipo de Guardaparques de la Reserva que cumplen una tarea formidable con un escaso número de integrantes y sin el equipamiento necesario.