Falleció Hebe de Bonafini

La referente de los Derechos Humanos y presidenta de la organización “Madres de Plaza de Mayo” falleció a las 9.20 de este domingo
La noticia fue anunciada por su hija Alejandra Bonafini en un comunicado en el que agradeció las «demostraciones de amor, acompañamiento y preocupación» que recibió su madre en todos estos días de internación en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata.
Había nacido en la localidad de Ensenada, en el seno de una familia obrera, el 4 de diciembre de 1928 dentro de pocos días hubiera cumplido 94 años. El secuestro y la desaparición de sus hijos Jorge Omar y Raúl Alfredo la impulsaron a convertirse en una gran luchadora por los Derechos Humanos que fue duramente criticada por un sector de la sociedad y amada y respetada por el otro. Hebe fue y seguirá siendo el punto de inflexión, quizás uno de los más sensibles de la grieta que consume a la Argentina. Desde que sumó su apoyo a los Kirchner, primero Néstor y luego Cristina, las críticas, los insultos y las descalificaciones fueron crueles e insolentes. También estaban los que la defendieron y amaron.
Hebe, quien era una ama de casa, que enfrentaba la lucha diaria por alimentar a su familia tuvo que salir a buscar a sus hijos, que por ser militantes de la izquierda (PCML) fueron secuestrados por los grupos de tareas del ejercito que pululaban por las calles de la Plata en aquel fatídico 1977. Su marido Humberto Bonafini, quien falleció en 1982 a los 58 años no la pudo acompañar en su infructuosa búsqueda. Su hijo Jorge Omar Bonafini Pastor, de 26 años, fue secuestrado el 8 de febrero de 1977 de su domicilio de calle 24 esquina 56 en la ciudad de La Plata, en un largo y violento operativo policial. Algunos testigos de la época dijeron que lo sacaron desmayado de su casa y lo colocaron en un automóvil. Estaba casado con María Elena Bugnone, quien fue secuestrada en su casa de Morón, quince meses (25/5/78) después que su marido. Su hermano Raúl Alfredo Bonafini de 24 años también fue secuestrado meses después en Berazategui.
Los enemigos de Hebe la acusaron de mentirosa en varias oportunidades dijeron que sus hijos estaban vivos y que vivián cómodamente en España. Como la mayoría de las infamias que dijeron de esta dirigente, nunca presentaron pruebas de sus dichos. Fueron mentiras que levantaron los grandes medios para alimentar la infamia y desacreditarla. Los hijos de Hebe nunca aparecieron ni muertos ni vivos y la mentira quedo expuesta.
Con la desaparición de sus hijos tanto Hebe hizo el camino de muchas madres en esos años que desconocían los operativos clandestinos de las fuerzas de seguridad de la Argentina. Recorrió hospitales, comisarias, morgues, cuarteles, ministerios e iglesias y así conoció a otras mujeres -madres que buscaban a sus hijos. Una de ellas fue Aurora Francaroli, con quien se acompañaron en la difícil tarea de enfrentar a coroneles, sacerdotes y marinos. Otra fue Azucena Villaflor, que cansada de las mentiras dijo basta, y planteo hacer una nota y llevársela al general Jorge Rafael Videla. La primera cita fue el domingo 30 de abril de 1977 y a pesar de estar prohibidas las reuniones se juntaron en la histórica Pirámide de Mayo y fue el germen de la ronda de las madres que después pasó a los jueves y trascendió como símbolo de la lucha contra la opresión en el mundo entero. Una anécdota de la propia Hebe dice, “Al principio nos parábamos, hasta que vino un policía y nos gritó ¡caminen! y comenzaron a dar vueltas alrededor de la pirámide”.
Fundó la Asociación Madres de Plaza de Mayo que dio lugar a una universidad, talleres de cultura, teatro y demás actividades culturales. En 1995 se acercó a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender cuando fueron liberados después de cumplir una condena por el asesinato de sus padres. Sergio se convirtió en apoderado de la fundación y juntos encararon la idea, un poco descabellada, de construir viviendas para sectores vulnerables. Así nació “Sueños Compartidos” que debía construir unas 5000 viviendas para personas sin hogar. Fue un fracaso y un escándalo que terminó en una causa por estafa y defraudación y lavado. Todos los cañones judiciales apuntaron a Sergio Schoklender quien fue procesado y la fundación de las Madres fue aceptada como querellante, pero no pudo evitar el embargo por $250 millones que le impuso el segundo juez federal de la causa, Marcelo Martínez Di Giorgi. El primero había sido Norberto Oyarbide quien no había tocado a las Madres. La causan sigue abierta a la espera del juicio oral.
Se fue una luchadora, confrontativa, frontal y sin límites. Hebe gritaba a los cuatros puntos cardinales su pensamiento libre y liberador. Se gano el amor de miles y el desprecio de la derecha y los neutros que, en este país también son miles, pero ninguno de ellos que la insultaron y se rieron de su muerte en comunicados sin rostro, tuvo ni tendrá los cojones de esta mujer para enfrentar a una dictadura asesina, ni para decir su pensamiento como lo hizo Hebe.
