Sociedad

Nacidos y Criados en Villa Gesell (los NIC no solo tienen entre 50 y 70 años)

Villa Gesell vive realidades muy distintas a las ciudades vecinas, en muchos aspectos, pero por sobre todo en algo que muchas veces intentamos ocultar:  las mal llamadas Villas Miserias que todos sabemos que existen, pero poco sabemos de ellas.

Desde antaño se culpa a los políticos de turno de traer “gente del conurbano, gente que no sirve, gente que afea”, pero, ¿sabían que las de la mitad de las personas que viven en estos asentamientos son nacidos o criados en Villa Gesell? ¿Qué son las personas que nos atienden en los comercios? ¿Qué somos nosotros mismos? Y a nuestro entender, no importa como o con quien llegaron a la ciudad, sino entender que están, que pertenecen a la comunidad  guste o no y es la realidad de nuestra ciudad.

En un trabajo de campo e investigación de Arenas del Atlántico fuimos a recorrer estos lugares y nos cruzamos, no solo con desconocidos sino también, con amigos de nuestra infancia, compañeros de deportes en el “poli”, y hasta maestras de la primaria viviendo en los llamados barrios populares.

Empecemos por lo primero ¿Qué es un barrio popular? En argentina y según el ReNaBaP (Registro Nacional de Barrios Populares) se definen a todos los asentamientos/barrios vulnerables, en los que viven al menos 8 familias agrupadas o contiguas, donde más de la mitad de la población no cuenta con título de propiedad del suelo, ni acceso regular a dos, o más, de los servicios básicos (red de agua corriente, red de energía eléctrica con medidor domiciliario y/o red cloacal).

Actualmente, el registro está compuesto por 4.416 lugares, distribuidos en todo el territorio nacional, pero la mayor concentración se observa en la provincia de Buenos Aires, fundamentalmente en el conurbano. 

Nuestra ciudad, no es la excepción en la provincia y según el RENABAP en el partido de Villa Gesell hay ocho barrios populares formados de la siguiente manera: El Golf con 11 familias, el Valle Guaraní con 473 familias, La Esperanza con 407 familias, La 115 y Cabañas de Berni con 670 familias, El Canal con 11 familias y en Mar Azul sin nombre con 270 familias. Las ciudades vecinas tienen, al norte 13 familias Pinamar, al oeste 282 familias Madariaga y al sur Mar Chiquita sin barrios populares.

Si sumamos los barrios en Villa Gesell la cuenta nos da un total de 2.063 familias. Un número muy alto para la zona. Si seguimos haciendo cálculos y multiplicamos los resultados por “3.7” (conformación de una familia tipo), llegaríamos al exorbitante numero de 7634 personas. No es difícil hacer cuentas y mucho menos darnos cuenta que, con estos números, algo así como 2 de cada 10 geselinos vivirían en estos barrios (sin redes agua potable, sin cloaca, en fin, carentes de todo servicio y mucho menos “papeles”).

“6 de cada 10 habitantes de barrios populares nacieron en Villa Gesell o ciudades vecinas”.

Para saber un poco más de este tema no entrevistamos con Juan, un referente barrial de las Praderas (Paseo 132 a 126 y de circunvalación para la ruta 11) quien, muy amablemente, nos dio un poco de historia y proporcionó algunos datos.  Nos contó que en el año 2008 cinco familias se instalaron en las tierras que pertenecían a la familia Balcarce, según nos dicen con consentimiento de los entonces apoderados. Pero una vez que se abrió a estas familias, comenzaron a llegar más y más, algunas geselinas, otras no, de una manera menos ordenada y más bien descontrolada. Todos en busca de un lugar donde poder vivir; para estar históricamente ubicados, 2008 es el año de la crisis financiera en estados unidos y la explosión de la llamada burbuja inmobiliaria americana que afecto al mundo entero.

Como en todo nuevo asentamiento las Praderas fue pasando por distintas etapas, años sin luz, sin agua, en fin, sin servicios y sin ninguna aparición del estado (ni a favor, ni en contra); motivo este último por el cual los vecinos se empezaron a organizar y a pedir derechos básicos. En el año 2019, luego de lo que ellos llaman una larga lucha (incendios forestales, violencia de todo tipo, robos), se vieron favorecidos por la creación de la Dirección de Hábitat Municipal y por intermedio de esta se logró la firma de un convenio con los titulares legítimos de las tierras para hacer una sesión a favor de los ocupantes. Se les dio la posesión legitima de sus lotes y a partir de ese momento dejaron de ser tomadores de tierra a tener algún que otro derecho sobre estas.

En cuanto a los servicios, ha pasado mucho desde aquel 2008 y actualmente Las Praderas (el barrio popular más normalizado) tiene el 75% de sus familias en regla, con medidores de electricidad, pagando impuestos, calles abiertas, plazas, recolección de residuos y una vida más digna.

Fuimos un poco más y averiguamos como es la situación laboral, el 70% de los adultos tiene trabajo o changuea, pero lamentablemente en este asentamiento vemos el mismo flagelo por el que pasan la mayoría de los argentinos, el 80% de los trabajadores/as lo hacen de manera informal o lo que llamamos “en negro”. 

En cuanto a la escolaridad los índices en los menores son alto, casi la totalidad de los niños asisten a la escuela primaria y son pocos los que no siguen con la secundaria. Hoy las Praderas cuenta con una sociedad de fomento que se encarga de dictar cursos, capacitaciones, apoyo escolar y talleres y distintas diciplinas. Y también cuenta con una Cooperativa de Panificados en la que trabajan quienes reciben el plan potenciar trabajo.

No existen geselinos de primera o de segunda, no hay dos o tres Villa Gesell distintas, sino una sola, que compartimos todos, vivamos donde vivamos, la que tenemos que respetar, cuidar y amar.

Informe de Martin Gutiérrez para Arenas del Atlántico

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