Por fin terminó la época de poda
Este año la poda de especies arbóreas fue descontrolada. La crisis y la falta de trabajo impulsó la poda como una changa improvisada
Podar que en latín se dice “putare” y tiene siempre una intención sana con la especie arbórea que se aborda para esta práctica. No se poda para dañar un árbol o sí.
De acuerdo a la definición que se encuentra en el Diccionario de Lengua Española, poda es “cortar o quitar las ramas superfluas de los árboles, vides y otras plantas para que fructifiquen con más vigor”.
Los libros dicen que “Esta práctica debe realizarse de acuerdo a ciertas reglas y con las herramientas adecuadas. … Para mantener una buena sanidad en el árbol. En el caso de frutales, el objetivo es mejorar la calidad del fruto. Normalmente se podan las ramas y las raíces, pero hay otras prácticas similares en hojas, flores y frutos, para mejorar la producción en los frutales, que también se denomina podar”.
La poda urbana es necesaria para evitar que caigan ramas con los vientos (lo que puede provocar accidentes con personas y otros daños) y para mantener el crecimiento de los árboles bajo control para impedir que su crecimiento afecte a los vecinos.
La poda en Villa Gesell está autorizada entre mayo y agosto, los meses sin “s” que coinciden con el periodo invernal en que se produce un descenso en el metabolismo de las plantas, y con ello el impacto de cortar parte de su estructura leñosa es menor. Con la llegada de la primavera las ramas de ese árbol vuelven a crecer en forma vigorosa y sana.
Durante este invierno la crisis y la pandemia azotaron con dureza a distintos sectores de la ciudad. Durante los meses de mayo y junio una de las “changas” que más creció fue la poda. Obviamente que hay hombres experimentados y verdaderas leyendas de la poda. Ahora hay también jóvenes sin trabajo que realizan podas ineficientes e innecesarias a propietarios que no residen en la ciudad. El resultado está a la vista., el bosque disminuye y el paisaje cambia. La subdirección de Medioambiente, durante la gestión de Barbara Alba, no intervino y dijo que la actividad no estaba bajo su tarea. La Dirección del Vivero y Espacios Verdes de la ciudad no tuvo tiempo para controlar, entonces, todo quedó en manos de podadores improvisados que se dedicaron a podar indiscriminadamente.
En determinado momento del invierno eran muchos los podadores y pocos y cada vez menos, los árboles a podar. Se podaron árboles que ya habían sido podados y por otro lado la reforestación es limitada mientras la sociedad geselina colabora poco y nada con la plantación de árboles.
Técnica correcta
“Es importante destacar que la poda debe concretarse de manera adecuada, sin excesos, ya que de lo contrario puede causar graves daños a la planta en cuestión. Una poda mal hecha puede pudrir los tallos, interrumpir el desarrollo de las flores y hasta acabar con la vida de la planta”.
“La poda se inicia con un corte, hasta casi la mitad de su diámetro, del lado inferior y a unos 20-30 cm del tronco del cual se origina; a unos 10 cm más hacía afuera y desde arriba se efectúa un nuevo corte que permitirá separar la rama, la cual se rompe por su propio peso sin desprender su corteza”.
“Antes de podar lo que se debe hacer es elegir el material adecuado para la tarea y, sobre todo, en base a la especie vegetal que va a podar. Así, en base a ello se podrá optar por tijeras de poda, podador de brazo largo o corto, cortasetos o sierras y/o motosierras. Los podadores deberán tener en cuenta el grosor de las ramas y troncos.
-Es imprescindible que, en todo momento, se intente conseguir un resultado que conserve lo mayor posible lo que es la forma natural del árbol o arbusto en cuestión.
-De la misma manera, se debe comenzar por eliminar lo que son las ramas secas y muertas, para luego continuar con las dobles.
-La poda debe realizarse siempre al bies y mediante un corte limpio, ya que de esta forma se evitará que puedan producirse desgarres que dañen al árbol o al arbusto.
-En el caso de que durante la poda se le haga daño de alguna manera a la citada especie vegetal, lo que se debe hacer es hacer uso de los productos cicatrizantes que existen”:
Lo que queda para el invierno que viene
Este año se sumaron también las tormentas con vientos fuertes que tiraron arboles emblemáticos y muy ancianos como el del Paseo 108 y 4. Pero la poda practicada como una changa peligrosa, se convirtió en una tala definitiva de árboles añejos y otros no tanto, en su mayoría pinos y eucaliptus, que cayeron al ritmo febril de las motosierras.
Este verano faltara sombra en las casas y en las calles del barrio Norte y en muchos jardines interiores y por decisión de cada propietario.
Por otro lado, hay podadores muy experimentados, son los de altura que cortan grandes árboles y por otro lado están los que se dedican a este trabajo en forma temporaria. Como sea, ninguno mide el daño que provoca en un bosque plantado por pioneros hace 90 años. En solo un par de horas se derriba un árbol, sin contemplación.
Una anécdota que nos pinta como sociedad. En el otoño del 2020 los vecinos abordaron, motosierras en mano, y en forma clandestina, el bosque que se había incendiado en febrero de ese año en el ingreso a la ciudad. Buscaban leña para pasar el invierno que vino después. La depredación fue terrible y descontrolada y hoy se puede ver cuando se salen de la ciudad. Especialistas europeos afirmaron que un bosque que fue atacado por las llamas, con tiempo puede volver a florecer. Solo hay que dejarlo.
Este invierno la poda en terrenos privados fue intensa. Ahí se derribaron árboles muy grandes, altos y de gran porte que cambiaron el paisaje drásticamente. La esquina de 205 y 307 muestra un notable el cambio de imagen de ese bello barrio. Cada año que pasa el bosque se reduce, aquella hermosa arboleda se pierde de a poco. De la misma forma hay un excesos en la ¡circulación de automóviles que genera contaminación y también sequía en verano.
Los incendios y el vandalismo estúpido también hacen estragos e indigna y provoca daños irreversibles. La poda que hizo el personal del Corralón Municipal, en la Avenida 3 desde la Avenida Bs As hacia el centro, es notable y fue innecesaria. Pelaron arbolitos que daban sombra en la temporada estival.
A partir del 1 de septiembre no se puede podar, aunque los turistas podan cuando llegan a la ciudad. Por eso el control del municipio debería estar presente. La nueva conducción de la subdirección de Medioambiente, con la estudiante de Licenciatura de Ciencias Ambientales, Malena Gore Parravicini, el ingeniero Forestal, Leandro Ezpeleta y bióloga Amira Jacobo, adelantaron que la poda no está en su área de trabajo. Le corresponde a la subdirectora de Vivero y Espacios Verdes, Dolores Pagano y su equipo controlar. Debería reforzar la forestación también.
El tema reclama una toma de conciencia de la sociedad geselina más allá de los funcionarios. Si no cuidamos el bosque y se reforesta planificadamente, Villa Gesell se encamina hacia convertirse en otro tipo de ciudad, sin la mística que conocimos. Una Villa Gesell sin bosques