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Un contagio de Covid en primera persona

Es una excelente periodista que toma su trabajo con mucha seriedad y tiene un compromiso inclaudicable con la información que administra en la radio y en el portal denominado Minuto G.  Sera por esta razón que accedió a una entrevista en Radio Impacto (95.5mhz) en el programa “Noticias Geselinas”, para contar su experiencia.

En su relato (audio) que compartimos en esta crónica, Irina, explica el proceso que comienza a funcionar desde el mismo momento en que una persona conoce su situación de contagiado. Confirma que los contagiados no saben cómo se contagiaron ni dónde. Si bien, todos nos cuidamos, algunos mas que otros, pocas veces conocemos cómo llegamos a tener el virus en nuestro organismo. A partir de esa terrible novedad nuestra visión de la pandemia cambia porque, lo que muchas veces los periodistas analizamos, preguntamos y también reprendemos porque nos parece que se hace lo que se debe hacer, lo padecemos en nuestro cuerpo. Es decir, lo que pregonamos desde los micrófonos lo vivimos a partir de saber que portamos el virus Covid – 19. De ahora en adelante Irina sabrá de que se habla cuando se habla de contagios y el después.

“Te cuento que sí, ya tengo el alta, pero que realmente no la pase muy bien y que mi nexo epidemiológico nunca sabré quien es. El miércoles 12 de mayo vine a trabajar como siempre a la radio, todo el mundo sabe que tengo dos trabajos, “Minuto G” y “Sapos de otro Pozo” en Radio Beach. Al mediodía, después de terminar el programa, el único síntoma era un dolor en las piernas. Estaban hisopando en el Barrio La Carmencita y me acerqué a hisoparme porque era al único síntoma que tenía se había sumado una tos, que apareció de la nada, y bueno di positivo”, cuenta Irina

A partir de ese momento, hizo lo que tantas veces había escuchado de los médicos y enfermeras que entrevistó desde que comenzó esta pandemia hace 14 meses. Llamó a todos los que habían estado con ella en los últimos días, principalmente a los compañeros de trabajo de la radio y el portal de noticias y resguardó a sus padres que son ancianos. Luego se aisló en soledad.

El periodo de aislamiento por contagio positivo de Covid es el peor momento que hay que atravesar porque estas solo, absolutamente solo y tus pensamientos que deber ser buenos y positivos para enfrentar ese momento que es grave y tenso. La incertidumbre de no saber cómo sigue o qué puede pasar con uno mismo es lo peor.

Sus compañeros se hisoparon dos veces, porque la primera vez dieron negativo y luego confirmaron con un segundo hisopado el contagio del virus. Hoy Diego Tibet, propietario de Minuto G, donde Irina es la principal cronista se encuentra en internado en el hospital con respiración asistida con diagnostico reservado por una neumonía bilateral. Recibió la primera aplicación de plasma sanguíneo este martes como tratamiento de urgencia.  

“Mis compañeros de Sapos de otro Pozo, somos cuatro, tres fuimos positivos, Paul Hudson, Abel Mansilla y yo.  Daniel Algarín se hisopó dos veces y en las dos dio negativo, quedo aislado, pero nunca desarrolló la enfermedad. No sabemos porque uno si y otro no”, añadió Irina.

Otro dato importante es que cada uno de los contagiados desarrollaron síntomas distintos y con diferencias de días.

Sin embargo, el punto que más conmueve en el relato de la periodista es el “tratamiento” que realiza el sistema de salud público para enfrentar el contagio. Fueron ocho días en que el hospital hizo un seguimiento telefónico de la evolución de la paciente. Puede ser un médico o un enfermero la voz que se escuchas del otro lado de la línea. Va depender de la empatía que tenga esa voz para transmitir tranquilidad al paciente. Cabe aclarar que en ese periodo Irina nunca necesitó mayor atención del hospital, no hubo internación ni visitas de médicos al domicilio donde se aisló la colega. Irina dijo que padeció fiebre continua durante casi siete días, tos muy molesta y dolor muscular intenso. Al octavo día llamaron para darle el alta, aunque los síntomas eran persistentes.

Ese momento es muy importante para definir cómo proceder y la decisión la debe tomar el propio paciente. El alta es al octavo día porque después de atravesar ese periodo, el paciente no contagia más, pero su vida corre peligro si no actúa con rapidez. Puede desarrollar la temida neumonía bilateral que afecta los dos pulmones y puede provocar la muerte. Irina hizo lo correcto. Se comunicó con su prepaga y solicito asistencia médica para el post – Covid. Después de una interconsulta médica, vía zoom desde Mar del Plata, sus médicos aconsejaron el suministro de antibióticos y recién allí los síntomas calmaron y la recuperación fue lenta, pero definitiva.

“Ese es el mayor problema porque el paciente ingiere antifebriles conocidos como Ibuprofeno y Tafirol, pero sigue con fiebre y eso te lleva a la neumonía, hay que controlar eso, yo llegue a tener 40 grados de fiebre, estando sola en casa, sabemos que se transita de esta forma. La verdad es que se vive muy mal y estas siempre preocupado porque no sabes si terminas internado y sabes que cuando llegas a la internación, es porque los pulmones están afectados y tu cuadro es grave”, añadió Irina.

La periodista atravesó la enfermedad y hoy está recuperada, lo mismo que sus compañeros de la radio y de su otro trabajo. Sólo Diego continúa internado en el hospital y le da batalla al virus. Es joven, tiene 44 años y sano. No obstante, Irina esta preocupada y pendiente de la evolución de su compañero de trabajo. Nunca pensó que podría pasar por este trance. Ejerce su profesión en Villa Gesell y la región desde que comenzó la pandemia y se contagió este año   porque, esta segunda ola del virus es más violenta y contagiosa. “Es la primera vez que me voy a hisopar y me dio positivo, la verdad no sabía qué hacer”, luego añadió “Lo lamentable es que yo siento como que un compañero mío, un amigo, esta hoy internado en el hospital por, simplemente trabajar conmigo y porque di positivo, pero no sé y nunca supe donde me contagié”.

Irina como buena periodista y excelente persona hace una reflexión sobre este episodio en su corta vida, tiene 41 años, y lanza una advertencia porque las mutaciones del virus original atacan a personas más jóvenes y parece más letal que el año pasado. De su relato se desprende que lo mejor es no contagiarse para no pasar por esta traumática situación. Lo mejor es cuidarse y cuidar a los demás. Pero también, si el contagio no se puede evitar, es importante proceder con sabiduría, con paciencia y con la mente abierta para buscar alternativas médicas fuera del servicio que presta el nosocomio local. Irina supo qué hacer y transmite su experiencia para que sepan que estar contagiado con este virus es espantoso y que la única protección es cuidarse uno mismo para cuidar a los demás que son los que queremos porque son los que más cerca están de nosotros. Gracias Irina.     

Foto: Irina con sus compañeros de «Sapos de otro Pozo»

                

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