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Una visita a la Villa 25 de mayo

Está ubicada a 25 kilómetros de la ciudad de San Rafael en el centro de la provincia de Mendoza   

Arenas del Atlántico está en Mendoza, en el departamento de San Rafael. Llegó para conocer un hermoso paraje turístico que es una alternativa turística diferente en el verano. Se trata de Villa 25 de mayo, un lugar distinto, tranquilo, con naturaleza abundante, recomendado para el descanso de la mente, apaciguar el espíritu y hacerse dueño del silencio que rodea al lugar.

Calles anchas, algunas pocas avenidas o ruta asfaltadas que conducen a otras bellas ciudades de la provincia.

La Villa 25 de mayo es una localidad y distrito que se encuentra ubicado en el extremo occidental del valle del río Diamante, aproximadamente a 25 km de la ciudad de San Rafael, en el cruce de las rutas provinciales 150 y 191.

Nació junto con el Fuerte San Rafael del Diamante en el año 1805, y desde ese año fue establecida como cabecera departamental hasta el año 1905. Desde entonces, por varias razones y acuerdos, la capital fue trasladada hacia la actual ciudad de San Rafael, ubicada en las cercanías del río Atuel y río Diamante.

Tanto San Rafael como la villa están unidas por la historia de la argentina. La fundación fue encabezada por Rafael de Sobremonte, en ese entonces virrey del Virreinato del Río de la Plata, quien ordenó a Miguel Telles Menezes y al fraile Francisco Inalicán construir un fuerte cerca y al margen izquierdo de donde nace el río Diamante.

Esto serviría para retener a los ataques aborígenes (especialmente de los mapuches) y negociar la paz mediante acuerdos y la evangelización de la zona.

Tellez Menezes bautizó con el nombre San Rafael, en homenaje al Virrey Rafael de Sobremonte, y fue el último fuerte construido bajo el dominio español. El nombre del Fuerte es «Fuerte de San Rafael del Diamante», simplemente llamado como «Fuerte del Diamante» o como lo llaman los pobladores «El Fortín». Sus restos están ubicados en la Villa 25 de mayo.

La urbe consta de 5000 habitantes estables. Sus árboles altos y plantado a cada lado de las calles de tierra aportan a una imagen natural y telúrica.    En las veredas con césped queda aire donde se “escucha” el agua que circula por las acequias que recorren el poblado.

La Villa 25 de mayo es hoy un pequeño asentamiento urbano-rural, es el lugar donde se asentaron en los comienzos del siglo XIX, los primeros habitantes de la zona, unos cien hombres, entre militares, ex convictos y un capellán que llegaron a estas tierras a instalar un fuerte de avanzada, como parte de la planificación de la campaña del desierto.

El lugar puede considerarse como “pueblo museo”, entre los enormes árboles, las calles conservan su estructura original, de tierra asentada con piedras pequeñas, las casas y construcciones conservan parte de su estructura de adobe original, mostrando los típicos ladrillos de barro o adobe que fueron utilizados en el siglo XIX para la construcción de las viviendas. Los tiempos relajados con los que la gente se maneja (Slow Live), el aire puro, el paisaje amable y la calidez con que el visitante es tratado, hacen de este paraje un lugar único para ser visitado en cualquier época del año, ya que cada estación posee su encanto, aunque el otoño tiene un protagonismo particular entre los pueblos y paisajes aledaños, el colorido que logran en conjunto todos los lugares forestados es realmente fantástico e indescriptible.

La Villa 25 de mayo tiene entre sus atractivos turísticos de ser el lugar donde se danza el pericón nacional más grande del país y se transmite hasta internacionalmente. El 25 de mayo es una fecha tradicional donde se presenta el pericón y se completa la propuesta con ferias, platos típicos y espectáculos folclóricos.

En el recuerdo quedó la industria minera en la Villa 25 de mayo, donde supo funcionar la minera Rio Minsa, dedicada a la elaboración de yeso para construcción, o la extracción de uranio en la Mina Sierra Pintada, o de Onix de altísima calidad en una cantera cercana al Salto Colorado, sitio al que antes se podía acceder, pero razones de seguridad el propietario del campo decidió cerrar el paso para no tener conflicto por accidente con quienes ingresan al lugar, donde existe una cascada natural.

La villa es el camino obligado, con excelentes rutas hacia Los Reyunos, un dique que es visitado por miles turistas durante el año. Incluso funciona en el lugar el Centro Tecnológico de la UTN, y a pocos kilómetros de allí el exclusivo club Los Reyunos.

Cada fin de semana cientos de familias sanrafaelinas visitan El Tigre y Los Reyunos para disfrutar del paisaje, un lugar muy atractivo para el turismo ya que se pueden practicar varias actividades.

Uno de los lugares a conocer es la capilla de la Virgen del Carmen de Cuyo que aún conserva la mayor parte de su estructura original, como la puerta de acceso y la imagen de la Virgen, que llegó de Cádiz para su primer emplazamiento.

La iglesia se fundó en 1876 y se inauguró en 1891. Es la capilla más antigua de estilo colonial del sur mendocino. Posee una imagen de la Virgen del Carmen traída de Cádiz, España. Es una imagen del siglo XVII de madera, con pelo natural y ropaje de tela, su primer emplazamiento fue en la capilla del fuerte en 1836. En el altar se puede observar un crucifijo muy antiguo no se sabe en qué época se introdujo. Las campanas originales se encuentran a la entrada del templo. Cuando restauraron la capilla en 1999 se bajaron cuidadosamente y lamentablemente estaban fisuradas. Estas son bastantes pesadas, una de ellas pesa 200 kg. Después de 1903 la capilla fue designada como Parroquia del Carmen. Fue declarada monumento histórico Provincial el 3 de julio de 1989.

Caminar por las calles de la villa es trasladarse a los primeros años del siglo pasado, la tranquilidad y el silencio solo cortado por el ruido de una acequia, es un Feng Shui urbano. Los saludos comienzan o terminan con el sustantivo “compadre” que significa, que colabora con el padre. A veces podés soñar que ves cruzar alguna dama del Virreinato acompañada de un caballero de alcurnia. Después que tu imaginación te suelte, volverás a apreciar esas calles anchas, solitarias y hermosas.  {

         

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