Las fiestas clandestinas son la propuesta más peligrosa para la vida
Con el paso de la pandemia y las normas de seguridad sanitaria, que prohíbe que se reúnan no más de una decena de personas en una burbuja, sumada la limitación horaria entre las 2 y las 6 de la madrugada, los jóvenes se arriesgan a convocar a fiestas particulares que generan la intervención de la Policía Bonaerense y onerosas multas que recaen en los propietarios de las viviendas o locales comerciales donde se realizan.
Es que en estas fiestas no se respeta la distancia social, no existe el barbijo, tampoco el lavado de manos y mucho menos el distanciamiento entre personas jóvenes que son los que, mayoritariamente, asisten a estas convocatorias.
Durante el feriado de Semana Santa la policía geselina y el personal municipal encargado de controlar las normas sanitarias desarticularon varios intentos de fiestas de jóvenes en diferentes lugares.
El caso más grave se registró en el restaurante “Frente al Muelle” ubicado en Paseo 129 y playa. La convocatoria la realizo el propietario del local al programar un recital de una banda en vivo. Cerca de la medianoche dos inspectoras municipales le advirtieron al sr. Andrés Ortega Vega, titular del comercio que el evento no estaba permitido. La respuesta del sujeto fue maltratar a dos inspectoras municipales. Testigos declararon que, una vez que se retiraron las funcionarias, la fiesta continuó. En el interior del local había mas de un centenar de personas.
Posteriormente cerca de las 4 de la madrugada las inspectoras volvieron al local que, a esa hora, estaba en plena fiesta. Se constató una clara violación a la ordenanza 3052/20 que prohíbe la realización de estas convocatorias. En este caso se violaba los artículos 1,2 y 4 de la mencionada medida. En el momento en que se labraba el acta de infracción que establece la multa de entre 10 y 50 mil Mulls, el propietario agredió físicamente a la funcionaria municipal Gloria Gorostiaga provocándole raspaduras en una de sus manos (Lesiones leves). Obviamente Ortega Vega que detenido y procesado y deberá afrontar la multa con los montos mencionados. En definitiva, el incidente terminó mal para ala aventura del señor Vega.
Otro intento fracasado
En la madrugada del domingo 4 de abril, la Policía desarticuló otro intento de una fiesta clandestina que se desarrollaba en el Camping “Coyote” en Alameda 212 y Calle 306. Esta fiesta había llegado a congregar a 150 personas. Con música a volumen elevado y gritos, el hecho llamo la atención de los vecinos del barrio.
La policía intervino con los móviles N° 44 y 46 con personal del GTO de EPC (Comisarias) 1° y 4°, jefes policiales y personal jerárquico de la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de Villa Gesell.
El acta estipula el incumplimiento de lo dispuesto por el Decreto 297/20/21 sobre el “Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio decretado por el Gobierno Nacional. Finalmente, la fiesta quedo desarticulada.
A esta altura de la pandemia y los organizadores de estos eventos conocen las consecuencias si son descubiertos por las autoridades. Sin embargo, la adrenalina que provoca el desafío a las normas sanitarias parece que tuviera un efecto provocador en las personas. No todo ellos son jóvenes iracundos o “millenials”. Algunos cuentan canas y parecen que tuvieran la vida resuelta. En fin, será que lo seduce jugar y perder dinero y luego visitar juzgados.
Con el mismo criterio el Operativo de seguridad que desplegó la Secretaría de Seguridad de Villa Gesell estuvo conformado por la Dirección de Tránsito, todas las comisarias locales, Policías del GAD, Caballería, refuerzos de policía motorizada y Seguridad Vial de la Provincia, quienes trabajaron en forma coordinada
En este marco se controló la Playa de la zona norte para prevenir carreras clandestinas y accidentes imprudentes en los médanos.