De torturadores a Patriotas
Fue el hecho más significativo de la política argentina. Fue la visita de seis diputados de la LLA que visitó a un grupo de condenados por crímenes de lesa humanidad en el penal de Ezeiza
Mientras los medios acaparan horas de cobertura frente a la ventana de un lujoso departamento en un complejo en Puerto Madero donde se encuentra el ex. presidente la Nación, Alberto Fernández acusado de violencia de genero contra su propia esposa y madre de su segundo hijo, Fabiola Yáñez.
Hay cosas que pasan por detrás que son muy graves para la institucionalidad del país y los protagonistas de esas acciones es el oficialismo libertario que sabe sacar provecho de estas distracciones.
En esta semana el ministro de Justicia, Cuneo Libarona dijo en una radio porteña que es una cuestión humana porque se trata de ancianos de 80 años y “no deberían morirse en la cárcel”. Se refería a los condenados por crímenes de lesa humanidad que cumplen su condena en el Penal de Ezeiza.
El pasado 11 de julio media docena de diputados del Bloque de la LLA visitaron la cárcel de Ezeiza para entrevistarse con represores que fueron condenados por la justicia por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Entre los condenados se encuentra al ex capitán de Fragata, Alfredo Astiz (el ángel rubio) responsable de la desaparición de la fundadora de Madre de Plaza de Mayo el 17 de diciembre de 1977, Ester Balestrino de Careaga. Era un jefe de un Grupo de Tareas que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada. (ESMA).
Otro personaje siniestro es Raúl Antonio Guglielminetti alias “Mayor Guastavino” quien fuera un ex -agente del Batallón 601 de Inteligencia Militar e integrante de la organización paraestatal creada por López Rega, denominado Triple A. Un asesino despiadado que hoy tiene 82 años que integró un comando que se encargaban de secuestrar personas para torturarlas y luego asesinarlas. Fue quien entregó una carta, escrita de puño y letra por él mismo. Se trata de un proyecto para ser tratado en el Congreso Nacional que, les permita tanto a él como a sus colegas torturadores, pasar a prisión domiciliaria.
No es extraño para nadie que los integrantes de la LLA avancen con este tipo de acción en contra del progresismo y los Derechos Humanos. Se dice que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menen esta más que al tanto, de hecho, tiene antecedentes genéticos, su tío el ex -presidente Carlos Menen indultó a los represores en 1989, y alentó la teoría de los dos demonios, la pacificación social y el perdón. También se menciona a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich como la que autorizó la visita de los legisladores al penal. El mediocre ministro de Defensa, Luis Petri, fue mencionado como impulsor y finalmente está el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, quien parece ser el indicado de redactar el proyecto de Prisión Domiciliaria o que sepa invocar algún atajo para exponer que los criminales fueron enjuiciados dos veces, por lo tanto, las condenas no son válidas.
Luego de la visita al penal comenzó el operativo instalar el tema en la agenda nacional para la eventual presentación de un proyecto, aunque no se descarta generar un clima para que, en un rapto de patriotismo desenfrenado, Javier Milei e imite a su ídolo, Carlos Menem con un indulto.
El debate está instalado, los grandes medios colaboraron un poco y luego se dedicaron al tema de la semana o del mes, la violencia de género de Alberto Fernández. A esta altura, el tema amenaza con convertirse en una idea libertaria que logró imponer el gobierno.
En verdad que si estos criminales, que tomaron el estado en 1976, para sus fechorías y negocios, se van sus casas porque son ancianos apunto de morirse, se constituiría un agravio a un principio básico de la democracia. Los crímenes los cometieron cuando eran jóvenes y fuertes, violaron, mataron, gozaron cuando torturaban a personas, a otros argentinos. El derecho internacional ha formado sólidos lineamientos sobre la delimitación de los delitos de lesa humanidad, su imprescriptibilidad, y la obligación de los estados de investigar, juzgar y sancionar.
Estos delitos son inalterables. Nuestra jurisprudencia ha aplicado esas directrices a los casos de derecho interno, afirmando la responsabilidad internacional del Estado para el caso de incumplimiento de esas obligaciones y analizando la validez de ciertas leyes de impunidad que se oponían a ese cometido.
Hasta diciembre de 2015 se realizaron 153 juicios orales y se obtuvo la condena de 660 imputados. En este camino, se ha producido una frondosa e importante jurisprudencia por parte de los tribunales superiores, sobre distintos temas discutidos en estas causas, que hoy presenta una compilada reserva histórica en libros, resoluciones judiciales y demás y son, en sí mismo una valiosa herramienta que facilita su divulgación. El derecho internacional, los principios constitucionales, el derecho de defensa, las calificaciones legales de los delitos, la determinación de responsabilidad y la pena, son todos temas que se ponen en cuestión en cada uno de los procesos por crímenes de lesa humanidad, con características similares. No son crímenes comunes, fueron ejecutados desde el estado contra un pueblo indefenso cuando la guerrilla había sido derrotada antes del golpe de 1976.
El ejemplo de la Alemania nazi no debe ser soslayado. Después de la derrota de Hitler, algunos de sus camaradas, responsables de la “Solución Final” escaparon hacia distintos países de América del Sur. Otros, la mayoría fueron enjuiciados en Nuremberg y condenados a muerte. Los que huyeron fueron perseguidos hasta que fueron ancianos por la Organización judía “Simón Wiesenthal” creada en 1977. Su misión fue acompañar la información a los países que permitiera identificar, exponer y eventualmente juzgar y condenar a más de 1.100 criminales nazis y colaboradores. Eran ancianos debilitados a punto de fallecer que no se arrepintieron de matar personas impunemente.
Sí, la violencia de genero de Alberto Fernández con su esposa es un hecho aberrante que puede ser la hecatombe final de Kichnerismo, si es cierto, pero si hay algo que arrasa con el concepto básico de justicia, de la democracia y de la convivencia social seria liberar a estos criminales. Pasarían un límite.
Listado de los diputados de la LLA que visitaron el Penal de Ezeiza: Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo.