Sin categoría

A quien le importa que la inflación de agosto haya sido del 4,2 por ciento

Subió unos puntos con relación a julio pasado que fue de 3,8. Para los que van al supermercado estos índices no parecen reales. Los salarios están por el piso en general, salvo los de los diputados, senadores y funcionarios del gobierno libertario. Bajó el consumo en todos los rubros  

Cualquiera de nosotros que vamos a un supermercado, a la carnicera del barrio o a la verdulería no encuentra el índice de inflación publicado. Ni hablar de querer pintar la casa, o comer un asado con amigos y familiares. En ese caso se va a encontrar con que su dinero no le alcanza, no llega.

El consumo bajó, las ventas se caen. Aquí en Villa Gesell las cafeterías están vacías, los restaurantes llegaron al límite de las ofertas, las calles de la ciudad quedan desiertas a las 19, las estaciones acusan que cada vez cargan menos tanques de combustible. Están los que compran lo necesario, por unidad, y las ofertas se coleccionan y hay calendario semanal para comprar.

En este marco el pasado miércoles mientras, la policía de Patricia Bullrich reprimía ancianos y “gaseaba” a una nena de 10 años, el INDEC dio a conocer el índice de inflación de agosto que fue del 4,2 por ciento.

Estos índices comienzan a ser cuestionados por diferentes sectores. En nuestra ciudad, en la sesión del 2 de septiembre pasado, el bloque oficialista presentó una resolución en la que marca la disparidad entre los índices de INDEC publicados y la realidad económica del pueblo. Asimismo, pidió una revisión de los mismos. Es que resultan poco creíbles porque el ciudadano percibe que ese índice no se refleja en los precios de los productos de primera necesidad, en los alimentos que debe adquirir diariamente y en los servicios públicos. Cada mes se gasta más, no menos. Y el salario no rinde. ¿Entonces? Hay algo que no cierra.

Por el contrario, observamos que los discursos del presidente se radicalizan, suben de tono los insultos, no se entiende lo que dice cuando habla de economía, muchos tenemos la sensación de que no hay plan, que las únicas medidas son ajustar, frenar, cerrar y despedir.

Mientras que los salarios de los funcionarios del gobierno son siderales, los despidos son reemplazados por familiares en la estructura del estado. Manuel Adorni es un ejemplo, su familia trabaja en el estado, desde que es vocero del gobierno.

Este miércoles asistimos a un espectáculo degradante con los diputados radicales que se vendieron al presidente para sostener el veto presidencial que frenó un miserable aumento de $18.000 a los jubilados, que ellos mismos habían votado hace tres meses. A muchos se nos cruzó una pregunta que en la medida que no tenga respuesta, agiganta el secreto, ¿cuánto pagó Milei esa agachada radical?

De manera tal que a esta altura ese índice de inflación es lo que menos importa, la realidad no pasa por ese número, la realidad es la que padecemos con las facturas de gas, energía eléctrica, el alquiler, y cada vez que vamos al supermercado.    

     

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba