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Derrumbe del Dubrovnik: la investigación judicial 

El expediente está caratulado como “Estrago Culposo”, la fiscal Verónica Zamboni ya procesó cuatro trabajadores y un arquitecto. Las pericias esperan debajo de los escombros

Los procesados hasta ahora son: Celso Paco Pérez, de 66 años, quien oficiaba de capataz y su hijo Sergio Daniel Paco Laura (33), ambos son geselinos, Miguel Andrés Choque Juchani, de 26 años y con domicilio en Ostende, y Diego Alberto González, de quien no se aportaron datos.

Este viernes la fiscal allanó un domicilio en la localidad de Ostende, allí se detuvo a Rubén Taquichiri, un contratista vinculado a la obra del ascensor. Fue aprendido por la PFA y la Bonaerense, luego de una orden de allanamiento en su contra. El sujeto intentó despistar a los efectivos llevándolos a otro domicilio, tras mentir sobre el celular que es de su propiedad.

Este sábado la fiscal ordenó la detención del arquitecto Jorge Bonavita de 55 años, residente en la localidad de Gral. Madariaga. Zamboni cree que este profesional tenía a su cargo los trabajos más importantes. Los testimonios de los imputados lo sitúan al frente de la obra, pero en ausencia. La fiscal lo acusa de “ejercer clandestinamente” el control en el lugar “en plena inobservancia de los reglamentos y ordenanzas municipales vigentes en su labor de arquitecto, coadyuvando con su accionar negligente e imprudente, y mediando impericia en su profesión, al posterior derrumbe del edificio Dubrovnik”.

La arquitecta geselina, Martha Pérez Schneider también tuvo parte de la obra a su cargo. Es responsable del hueco del ascensor situado en la parte del comedor, que no se desmoronó. Martha aseguró que para el trabajo que supervisó, solicitó el permiso correspondiente, se autorizó por el municipio, se concretó y luego Martha se retiró. Le solicitó a la fiscal declarar voluntariamente.  

Hay otra arquitecta, todavía no tenemos datos filiatorios, que solicitó permiso de obra a la municipalidad para cambiar mesadas, ventanas, pisos y pintura. Una teoría indica que convivían dos obras, una en el comedor que no se desmoronó y una interior que, aparentemente, era clandestina y sin autorización a cargo de Bonavita.

Sin embargo, es inevitable ir para arriba en esta investigación. Allí espera el empresario del transporte Antonio Juan Manuel Arcos Cortes, dueño de la empresa “Parada Liniers”, que fue allanada este viernes. El testimonio de uno de los trabajadores lo vincula en forma directa al nombrarlo cuando había que parar la obra.

Con respecto a la municipalidad parece estar expectante a una convocatoria de la fiscal, que suramte llegará en los próximos días. El miércoles entregó el expediente completo de la obra del Dubrovnik antes que la fiscal Zamboni lo solicitara. Nicolas Valdez, director de Inspección de Edificios Privados y Espacios Públicos salvó la situación al actuar rápidamente y paralizar la obra el 20 de agosto de este año, pero la medida no fue acatada por los arquitectos ni el dueño, según testimonios de los trabajadores.                   

Las víctimas son hasta ahora el jubilado Federico Ciocchini, (84) oriundo de Balcarce, María Rosa Stefanic (52), ex -dueña del hotel y su sobrino José Nahuel Stefanic de 25 años. Ciocchini, según la autopsia practicada a su cuerpo, murió a causa de una asfixia por compresión. Stefanic perdió la vida por una asfixia por aplastamiento. El cuerpo de su sobrino es sometido a una autopsia este fin de semana.

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