El primer Día del Trabajador en Argentina

El 1º de mayo de 1886 comenzó en Chicago un movimiento en reclamo de la jornada de trabajo de ocho horas. Las autoridades estadounidenses respondieron brutalmente y, fraguando un atentado, encarcelaron a un grupo de militantes populares en los que se intentó escarmentar a toda la clase trabajadora de los Estados Unidos. En un proceso plagado de irregularidades, fueron sentenciados los dirigentes anarquistas Adolph Fisher, Augusto Spies, Albert Parsons, George Engel, Louis Lingg, Michael Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe. Los cuatro primeros fueron ahorcados el 11 de noviembre de 1887 y pasaron a la historia como los mártires de Chicago.
En 1889, la Segunda Internacional decidió instituir el 1º de mayo como jornada de lucha para perpetuar la memoria de estos trabajadores ejecutados. En la Argentina, la primera conmemoración tuvo lugar el 1º de mayo de 1890. A instancias del club de trabajadores alemanes Vorwärts, se constituyó un comité obrero para convocar a la movilización. Este comité estuvo a cargo de la redacción del manifiesto que contenía las reivindicaciones obreras más elementales, como la jornada de trabajo de ocho horas, la prohibición del trabajo infantil, la supresión del trabajo a destajo, y la igualdad del salario por la misma actividad para varones y mujeres. El mitin, celebrado en Recoleta, reunió a unas 2000 personas, una cantidad nada desdeñable para la época.
Fuente: Jacinto Oddone, El 1° de Mayo. La fiesta del trabajo. Orígenes. Causas. Antecedentes. Su celebración en la Argentina, Imprenta La Vanguardia, 1941, págs. 23-26.
El MANIFIESTO
A todos los trabajadores de la República Argentina
¡1° de Mayo de 1890!
¡Trabajadores!
Compañeras: Compañeros: ¡Salud!
¡Viva el primero de Mayo: día de fiesta obrera universal!
Reunidos en el Congreso de París el año pasado los representantes de los obreros de diferentes países, resolvieron fijar el primero de mayo de 1890 como fiesta universal de obreros, con el objeto de iniciar de nuevo y con mayor impulso y energía, en campo ampliado y armónica unión de todos los países, esto es, en fraternidad internacional, la propaganda en pro de la emancipación social.
¡Viva el primero de Mayo! Pues este día la unión fraternal, fundada por los pocos de aquel Congreso, se debe aprobar por las masas de millones de todos los países para que, a esta fecha de confederación conmemorada y renovada cada año, vuele por cima de los postes de límites de los países y naciones con un eco de millones y en los idiomas de todos los pueblos el ¡alerta! internacional de las masas obreras: ¡Proletarios de todos los países, uníos!
Es esta la primera y grande importancia de la fiesta obrera del primero de Mayo de 1890, a cuya solemnidad os invitamos con esta hoja a todos los trabajadores y compañeras en la lucha por la emancipación.
Compañeros y compañeras: Para indicar a este movimiento internacional un camino recto y seguro al fin común, nuestros representantes en el Congreso de París han marcado ciertos puntos del programa, los cuales se deben tomar en consideración con particularidad para el proceder práctico e inmediato.
En realidad, esas resoluciones son tan importantes que, aun publicadas ellas en el anterior manifiesto, nos parece conveniente, o más de urgente necesidad de proponérselas otra vez a los trabajadores, tanto más por deber ellas servir como fundamento para los primeros pasos positivos que las clases obreras de esta república quieran hacer en la lucha práctica de su emancipación.
He aquí las resoluciones del congreso obrero de París:
“El Congreso resuelve y reconoce como de absoluta necesidad:
1° Crear leyes protectoras y efectivas sobre el trabajo para todos los países, con producción moderna. Para fundamento de lo mismo considera el Congreso:
Limitación de la jornada de trabajo a un máximum de ocho horas para los adultos,
Prohibición del trabajo de los niños menores de catorce años y reducción de la jornada para los jóvenes de ambos sexos de 14 a 18 años.
Abolición del trabajo de noche, exceptuando ciertos ramos de industria cuya naturaleza exige un funcionamiento no interrumpido.
Prohibición del trabajo de la mujer en todos los ramos de industria que afecten con particularidad al organismo femenino.
Abolición del trabajo de noche de la mujer y de los obreros menores de 18 años.
Descanso no interrumpido de treinta y seis horas, por lo menos cada semana, para todos los trabajadores.
Prohibición de cierto género de industrias y de ciertos sistemas de fabricación perjudiciales a la salud de los trabajadores.
Supresión del trabajo a destajo y por subasta.
Inspección minuciosa de talleres y fábricas por delegados remunerados por el Estado: elegidos, al menos la mitad, por los mismos trabajadores.
2° El Congreso reconoce y declara que es preciso fijar todas estas medidas por leyes o acuerdos internacionales, y pide, a la clase obrera de todos los países del mundo el iniciar, por los medios que les sean posibles, estas protecciones y de velarlas;
3° Fuera de esto, el Congreso declara: “Es obligación de todos los trabajadores declarar y admitir a las obreras como compañeras, con los mismos derechos, haciendo valer para ellas la divisa: Lo mismo por la misma actividad.
4° Para lograr esto, el Congreso considera la organización de la clase obrera por todos los medios que sean posibles, y también la manera de verificar las pretensiones para verificar la emancipación de la clase obrera, para lo cual reclama: La entera libertad de coalición y conciliación.
Trabajadores: Como veis, todas estas resoluciones tienen por objeto, no los fines últimos, sino los próximos de nuestras aspiraciones disminuir la miseria social, mejorar nuestra suerte dura, resoluciones que se han tomado, sin duda en la persuasión de que la emancipación social definitiva, por su dependencia de la evolución de la sociedad, de la inteligencia de las masas y de las fuerzas de nuestros adversarios capitalistas, precisará aún bastante tiempo de preparación y lucha, y de que el mejoramiento de la situación del proletario significa además una fortificación para la lucha y una garantía para la victoria definitiva.
¡Viva el 1° de Mayo de 1890!
¡Viva la Emancipación Social!
Orden de la festividad
El Comité Internacional en Buenos Aires invita a todos los trabajadores de la República a que festejen, en cuanto les sea posible, la festividad del día 1° de Mayo de 1890.
Se celebrará un meeting obrero internacional, en el que se discutirán las ideas del Manifiesto y creación de una Asociación Obrera Regional Argentina, el cual se anunciará por medio de la prensa diaria y carteles, indicando la hora y el local para el meeting.
En nombre de la Asamblea obrera Internacional del 30 de marzo de 1890.
EL COMITÉ
(Calle Comercio, 880)
Fuente: El historiador
Foto: Monumento Canto al Trabajo del artista argentino Rogelio de Yrurtia (1879-1950), fue realizado en París en 1907. Son catorce figuras en bronce. Desde 1937 esta emplazado en la Plazoleta Eva Perón en Paseo Colón y Avenida Independencia.



